El dolor localizado en el tendón de Aquiles, conocido como tendinopatía, es muy común en individuos deportistas y no tan deportistas. Se considera que el sobreuso induce esta condición, pero la etiología y la patogenia no están científicamente clarificadas. La nomenclatura alrededor del dolor crónico en el tendón es confusa. Hasta hace unos años se consideraba que el dolor crónico a nivel de Aquiles comportaba la presencia de un componente inflamatorio, y los términos «tendinitis» y «tendonitis» se usaban de forma habitual. Actualmente, la evaluación histológica de las biopsias, la microdiálisis intratendinosa y los análisis genéticos tecnológicos de las biopsias han mostrado que no hay signos de inflamación por prostaglandina y, por tanto, no deberían utilizarse estos términos.
Las tendinopatías son una patología de difícil tratamiento. Actualmente varias teorías intentan explicar el origen del dolor; la más aceptada es la basada en el modelo vascular, aunque hay diferentes líneas de investigación en cuanto al mecanismo de producción del dolor.
Se ha demostrado que el tratamiento conservador utilizando ejercicios excéntricos (con o sin dolor) proporciona resultados muy buenos a corto y medio plazo en pacientes que presentan tendinosis, asociándose a una disminución de la fragilidad y adelgazamiento, favoreciendo una hipertrofia y un aspecto más normal de la estructura del tendón. Sin embargo, no existe evidencia científica de las adaptaciones histológicas provocadas por el entrenamiento excéntrico.
Diagnóstico
El diagnóstico es clínico, en caso de alguna duda o para cuantificar el daño en el tendón se puede realizar una ecografía o llegado el caso, una resonancia magnética.
Normalmente la exploración física nos muestra un área del tendón más sensible y con dolor durante la actividad de carga, generalmente acentuada a 30 grados de flexión.
Tratamiento
Protocolo de tratamiento para tendinopatías de Aquiles con trabajo excéntrico (Protocolo de Alfredson).
En el cual el paciente debe pararse en el filo de un escalón con sus dos pies y agarrado de la baranda. 1º ponerse en puntas de pies y luego bajar lentamente hasta que el talón quedé colgando en el aire, primero bajaremos con las dos piernas juntas y a medida que vayamos tolerando el ejercicio, nos pondremos en puntas con los dos pies y bajaremos con un solo pie primero con rodilla extendida y luego alternando con rodilla semiflexionada.
3 tandas de 15 repeciciones
7 días por semana
12 semanas
(Alfredson et al., Am J Sports Med 1998.)
Proloterapia con suero glucosado
La proloterapia es una técnica en la que una pequeña cantidad de una solución irritante la cual es inyectada en torno a la inserción del tendón.
Factores de crecimiento autólogos (plasma rico en plaquetas)
El uso de factores de crecimiento autólogos ha levantado, en los últimos años, una gran expectativa ante los aparentes buenos resultados clínicos obtenidos. Se cree que pueden favorecer el proceso de cicatrización mediante la regeneración del colágeno y el estímulo de una angiogénesis bien ordenada.