Evaluación Inicial: Sáquese los zapatos y siga estos pasos para el auto-examen de sus pies:
Dolor: no debería haber dolor en el pie en circunstancias normales…
Piel: revise la piel en busca de callos, ampollas o áreas de irritación. Ahora párese junto a sus zapatos. ¿Tiene la misma forma que sus pies o están generando áreas de compresión (juanetes, dedos en martillo o juanetillo de sastre) que podrían causarle callos, ampollas o irritación? Ahora ponga su mano dentro del calzado. ¿Hay costuras, o lugares rugosos dentro del zapato que se correspondan con el área de irritación, callos o ampollas en sus pies?-
Circulación: mire el color de sus dedos. ¿Son rojos, rosados purpuras o azulados? Comprima la uña del dedo gordo hasta que se blanquee. Ahora deje que la sangre retorne a su dedo. El retorno del color normal debe tomar de 2 a 5 segundos en una persona con circulación normal.
Flexibilidad: ¿Cuan flexible son sus dedos? Trate de recoger con sus dedos una pequeña esfera (excelente) o un pañuelo (bueno). Para evaluar la flexibilidad del tobillo, deje que el talón “cuelgue” sobre el borde de un escalón mientras usted se encuentra de pie y de frente a la escalera. Ahora deje que el talón quede debajo del nivel del escalón. Si esto genera dolor, interrumpa el test. Si su talón queda debajo del nivel del escalón sin causar dolor en su pantorrilla esto es excelente. Si hay sensación de tensión o dolor esto puede ser mejorado con ejercicios de flexibilidad.
Sensibilidad: Tome la goma de un lápiz y pásela suavemente sobre la planta, el dorso y ambos lados del pie. La sensación debe ser la misma en los cuatro cuadrantes. Puede cosquillear en la planta del pie, eso es normal.
Balance: un buen test para el balance implica pararse sobre un solo pie, con los brazos a ambos lados y los ojos cerrados. Si usted es menor de 30 años debería poder balancearse durante 15 segundos, 30, 40 años por 12 segundos, 40 a 50 años por 10 segundos y luego de los 50 años por 7 segundos. Esto puede mejorarse con ejercicios.