Primera Parte
Los Dedos en Garra son una de las alteraciones que muchas veces sufren los dedos del pie en la cual la deformidad “imita” la disposición de las garras de un animal.
Su aparición esta favorecida por el uso de calzado estrecho o corto. Aunque también puede estar generado por enfermedades de los nervios periféricos como consecuencia de la diabetes o el alcoholismo.
Esta condición hace que el dorso del dedo o de los dedos afectados rocen permanentemente contra el calzado generando callos dolorosos. Es una deformidad progresiva que sin tratamiento se vuelve rígida y permanente.
Características clínicas de los dedos en garra:
– el dedo se hiperextiende (se dobla hacia arriba) desde su base (e la articulación con el
metatarsiano)
– luego el dedo se dobla hacia abajo (hiperflexiona) en la articulación siguiente,
haciendo que la punta del dedo toque el suelo permanentemente.
– en esta zona en donde el dedo toca el suelo se desarrollan callos que con el tiempo son
dolorosos.
Tratamiento: Una vez que aparece la deformidad es importante la consulta con el especialista, quien deberá descartar trastornos de los nervios periféricos que puedan crear un desbalance en los músculos del pie, así como causas traumáticas e inflamatorias.
Inicialmente cuando el dedo es flexible o no tiene callos dolorosos el uso de un zapato con buen espacio para los dedos, de capellada suave, y evitar tacos altos es el primer paso.
Existen en el mercado ortesis de silicona para “acomodar” esta deformidad y aminorar el roce con el calzado.
Si a pesar del tratamiento ortopédico el dolor continua el especialista valorara el tratamiento quirúrgico.
Segunda Parte
El “Dedo en Martillo” es la deformidad que se puede dar en uno o en varios de los dedos menores (segundo, tercer y cuarto dedo).
El dedo afectado se flexiona en la articulación entre las falanges, generando roce continuo con la capellada del calzado.
Inicialmente son flexibles y asintomáticos pero con el tiempo la deformidad avanza y se hacen
progresivamente más rígidos.
Los dedos en martillo (al igual que otras deformidades de los dedos) pueden estar causados por disbalances musculares, enfermedades de los nervios periféricos, patología inflamatoria de las articulaciones (como la artritis reumatoide) o luego de traumatismos.
Síntomas:
– el síntoma más común al inicio es la dificultad para calzarse o para encontrar zapatos
cómodos.
– a medida que el dedo se hace más rígido aparecen callos dolorosos en el dorso.
Tratamiento: Inicialmente el tratamiento es conservador, modificando el calzado, prefiriendo aquellos que tengan capellada suave, con buen lugar para los dedos y que este sujeto en la parte posterior del pie.
Existen algunos dispositivos comerciales que el especialista puede recomendarle para aliviar los síntomas aunque estos no corrigen la deformidad.
Si el tratamiento conservador no logra aliviar los síntomas, el especialista puede recomendarle la opción quirúrgica.
El tipo de procedimiento y los cuidados pos-operatorios van a depender de la severidad de la deformidad.